lunes, 17 de marzo de 2008

La entrevista

Publicada en la revista Cub hace casi dos años:
Cara al mar con Laura Rizo

Después de varias semanas buscando a la “víctima” de esta mi primera entrevista para Cub, se me hace tarde, como siempre, y las prisas de última hora me hacen pensar en un pelo rojo y una carcajada. Peculiar y sanamente contagiosa. Así es Laura Rizo, la recepcionista de Campus del Mar que cantaría bajo la lluvia eternamente, siempre de cara al mar.

¿Por qué recepcionista y no cantante...o podóloga?
Lo de cantante lo vamos a descartar. Si un caso sería “Cantando bajo la lluvia” eternamente. Lo de podóloga pues (risas, risas, risas) es una cosa que me entusiasma más bien poco (risas, risas). Ni siquiera me pinto las uñas de los pies. Del tobillo para abajo no me interesa, más bien hacia arriba (risas). ¿Por qué recepcionista? Pues por las circunstancias de la vida, que da vueltas y vueltas a las cosas. Regresé de Londres y me llegó esta oportunidad. Después de estar 10 años en Inglaterra si algo me apetecía era seguir hablando inglés. Y me dije: en Campus del Mar vendrán profesores, investigadores..., un ambiente internacional de gente académica, que son gente tranquila, un horario intensivo, que me permite hacer las traducciones freelance que hago en casa... ¿Qué más puedo pedir? Otra cosa que he descubierto después de estar en Campus del Mar es el atractivo que tiene trabajar para gente joven y con gente joven.

¿Qué tiene la juventud?
Es como acabar de esculpir la estatua pero sin la porquería de la evolución que se te cae encima de adulto. Es todo muy limpio, ingenuo. Ves mucha honestidad, mucho compañerismo, mucho más del que yo imaginaba. Cuando vas cumpliendo añitos vas pensando: bah, la gente joven solo piensa en el botellón, pasan de todo, están enganchados a internet, son unos individualistas... y después te das cuenta de que todo eso es palabrería, porque ves una madurez increible.

(Un cliente pide la llave de su habitación, la 203. Laura le da, junto a la llave, una sonrisa que nada tiene que ver con las sonrisas impuestas de algunos recepcionistas).

Les preocupa una guerra en Iraq y una invasión en Afganistán, se ayudan mutuamente entre ellos cuando están enfermos, al que es más torpe o más despistado ves que se unen para echarle una mano para que salga del cascarón. Entonces piensas que la gente que se hace adulta y pierde el contacto con el joven lo mitifica. Primero porque sabe cómo es y le recuerda a él cuando era joven y segundo porque no está en contacto con él. Pero cuando tú lo ves te das cuenta de que estamos rodeados de tópicos. Todos esos dichos son mentira y lo ves con el día a día. Vivir con la juventud te hace acordarte de que tú has sido así y te hace intentar seguir siendo así, intentar seguir siendo joven y quitarte las impurezas que la vida te va dando por chascos que te llevas o por desengaños. La vida te hace receloso, desconfiado, y la gente joven no es así. Es mucho más...

¿open-minded?
That’s it. Y además tienen mucha más mundología que gente joven de hace dos generaciones porque hoy en día casi todos los jóvenes han hecho intercambios internacionales. En cambio, hace dos generaciones la gente no viajaba tanto. Hoy han aprendido a moverse más, a conocer mundo, pero no a través de los medios de información sinó buscando conocimientos de primera mano. Lo normal es tener amigos alrededor del mundo, cosa que antes no pasaba. Y eso es algo que te hace mucho más persona porque conoces otras culturas, respetas más y tienes menos prejuicios que otras personas que no tuvieron la oportunidad de viajar siendo jóvenes. O sea, que trabajo con personal humano de mucha calidad y eso es muy bonito.

Campus del Mar acoje a estudiantes universitarios y profesores pero también dispone de habitaciones en régimen hotelero. ¿Qué países ocupan más habitaciones?
Estados Unidos sobre todo porque vienen muchos investigadores y la investigación, sobre todo en el campo de la genética, donde está más avanzada es en Estados Unidos. Luego tenemos mucho cliente de alrededor de Europa, muchos conferenciantes del mundo de la biología, las matemáticas... También vienen conferenciantes de África, América Latina, para hablar de esos países, pero son temas más puntuales. El inglés es el idioma que se necesita hablar más aquí, con diferencia. En verano, sin embargo, predominan los italianos.

Alguien me chivó que vivías cerca de Campus, en la misma Barceloneta.
Sí, en la calle Baluard, a cinco minutos de Campus del Mar. Tengo cerca el mar, tengo el Club de natación aquí... no puedo pedir más.

¿Qué tendrá la Barceloneta...?
Yo aquí me olvido de que estoy en una gran ciudad con problemas. Me olvido del tráfico, del metro, de los autobuses, que es algo que siempre evito. Todo lo hago a pie y vivo de mi calle hasta el mar. Cada día piso la arena. Después de diez años en Londres, que tiene ocho millones de habitantes, tenía muchas ganas de calma, de ver el mar. Lo echaba de menos.

(Irrumpe otra chica pidiendo otra llave. Esta es más seria, más tímida. Laura responde con la misma cordialidad).

Yo al Portal del Ángel y Plaza Cataluña a lo mejor voy una vez al año, si voy. Si quiero ir al cine me voy al Yelmo Icaria. ¡Si es que aquí lo puedo hacer todo! pero yo siempre cara al mar No necesito meterme en el bullicio. Es como un retiro, como el agroturismo pero trabajando fijo (se ríe). Puedo hacer ocho horas de trabajo pero después voy a la playa, leo, nado... A las ocho de la tarde me estoy comiendo un helado y ni me acuerdo que he trabajado todo el día. Es una flipada.


Espíritu Laura Rizo, olas del mar y llaves que van y vienen. Cantando bajo la lluvia eternamente.

by Carmen

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