lunes, 29 de octubre de 2007

Vagina dentata

La dejó de repente. Nadie se lo explicaba. Todo el mundo cuchicheaba la misma frase perenne: "Hacían tan buena pareja...". Pero no hubo desconsuelo. Al menos, por parte de ella. Lo aceptó de un día para otro, quizás porque era una mujer moderna, práctica. O porque estaba cansada de las reiteradas excusas por parte de él para no acostarse con ella. Quién sabe.
Él, por su parte, desapareció unos meses. Exactamente, ocho. El psicólogo le había diagnosticado una temible e insostenible enfermedad: vagina dentata (o miedo a ser castrado por una




La única solución que el doctor Sigmund vio viable en este caso atípico fue que se tomara "un tiempo solo para reflexionar", además de las pastillas estonocoipeideo 3000. Estuvo solo y pensó y pensó, pero nada de estonocoipeideo. Su miedo era demasiado profundo como para dejarlo en manos de una drog(adicción). Al noveno mes, volvió a nacer. Esta vez, sería una mujer. Una mujer de sensuales labios verticales...pero sin dientes.



(...luego lo llaman desamor)



by Carmen
pie de imagen: The frightened woman.

3 comentarios:

Pichumino dijo...

aquestes coses passen... potser.

encantat, si et sembla bé et poso a favorits.

J.Riaño dijo...

Llega un momento en que estas noticias solo sorprenden los de fuera, uno se cansa de esperar a que se cambie y todo vuelva a tiempos mejores. ME ha gustado bastante y ciertamente me recuerda vivencias del pasado.

andrea dijo...

Memorias de una vagina:

Recuerda que esta noche tenemos 'La Cena de Los Mojitos, una combinación de humor ácido y chistes verdes'

no se que me pasa ultimamente hablo en clave "crítica que aparece en la contraportada del bestseller de turno".

De todas maneras es una cita indispensable para todos aquellos que quieran pasar un rato entretenido.

dios. te llamo luego-besos-androide.