Amb els drets d'autor de l'autora:
Hoy surgió en conversa las rachas que nos da por escribir o dejar de escribir. Casualmente mi racha de no escribir nada dura de hace meses, aunque lo mío es bastante esporádico. Y curiosamente hoy el día ha sido demasiado estúpido, así que la descarga se hace imprescindible.
Cuando me he levantado esta mañana, mis dos picaduras de mosquito de hace dos noches habían adquirido el volumen de dos nueces. Están colocadas de frente y en la frente como si fueran una feliz pareja, sólo que cada una en un extremo. Precisamente estas picaduras me llevan martillando la cabeza todo el día. Igual les ha dado por estar juntas y luchan por darse la mano en el centro de mi frente. Pues ya les vale...
Conclusión: nada de desperdiciar el potencial de estos diminutos en diminutivo.
Efecto: Dolor de cabeza contínuo. Le pido un gelocatil a mi madre quién me lo trae disuelto en agua. “Mamá, no si no es una aspirina!!!!” grito. Y es que mi mamá hoy ha soportado bastante mucho de mi pesadez y mal humor.
Negativismos y pensamientos totalmente improductivos. Salgo a la calle. Desde luego opto por el autobús porque paso de las presiones cerebrales del casco. Vamos a comprar tinta de la impresora con mi madre y nos pasamos el camino discutiendo por qué ella anda tan deprisa si estamos de paseo. Discutimos a unos metros de distancia porque yo sigo a mi ritmo y ella el suyo. Visto así y visto ahora me parece estúpido el día y me siento estúpida yo también.
Después nos vamos a la academia de idiomas de Plaza Universidad. El portal hace un olor tremendo a rata (igual os preguntáis ¿qué olor hace una rata? La verdad es que no tengo ni idea pero fue una imagen espontánea.) Aun así proseguimos hasta el principal primero. La chica que me atiende es de conversa fácil y amable. Nos atiende calmadamente (lo cuál se agradece en esta sociedad tan tremendamente estresada) y después me hace una prueba de nivel. Quedamos en que le daré una señal. Desde luego hoy no era el día para tomar decisiones.
Me digo a mí misma que de mayor viviré en un país donde los mosquitos sean unos ilegales, donde no habite ni un sólo mosquito. Por ahora voy a base de cremas y cremitas, repelentes, pastillas nocturnas y más adelante igual opto por la mosquitera permanente.
¿Os pasa algún día en que vais por la calle y os da la sensación de que os sentís unos amargados y así mismo os ven los demás? Horrible. Así estamos hoy día lunes de una larga semana sin exámenes. Una semana de vacaciones que como digo y repito no pinta nada aquí en medio. Todo sea por el Sónar.
Sin racismos pero basta de negros. Mañana pensaré en color.
Escribir es terapéutico. Una de las razones por las cuáles escribir; razones varias y adiós a las malas rachas.
PD. Bichos por favor esta noche no me molestéis y dejadme dormir tranquila y en paz. Hay más sangre dulce por conquistar. No es bueno repetir porque luego te encaprichas y ya sabes…
Mary
Cuando me he levantado esta mañana, mis dos picaduras de mosquito de hace dos noches habían adquirido el volumen de dos nueces. Están colocadas de frente y en la frente como si fueran una feliz pareja, sólo que cada una en un extremo. Precisamente estas picaduras me llevan martillando la cabeza todo el día. Igual les ha dado por estar juntas y luchan por darse la mano en el centro de mi frente. Pues ya les vale...
Conclusión: nada de desperdiciar el potencial de estos diminutos en diminutivo.
Efecto: Dolor de cabeza contínuo. Le pido un gelocatil a mi madre quién me lo trae disuelto en agua. “Mamá, no si no es una aspirina!!!!” grito. Y es que mi mamá hoy ha soportado bastante mucho de mi pesadez y mal humor.
Negativismos y pensamientos totalmente improductivos. Salgo a la calle. Desde luego opto por el autobús porque paso de las presiones cerebrales del casco. Vamos a comprar tinta de la impresora con mi madre y nos pasamos el camino discutiendo por qué ella anda tan deprisa si estamos de paseo. Discutimos a unos metros de distancia porque yo sigo a mi ritmo y ella el suyo. Visto así y visto ahora me parece estúpido el día y me siento estúpida yo también.
Después nos vamos a la academia de idiomas de Plaza Universidad. El portal hace un olor tremendo a rata (igual os preguntáis ¿qué olor hace una rata? La verdad es que no tengo ni idea pero fue una imagen espontánea.) Aun así proseguimos hasta el principal primero. La chica que me atiende es de conversa fácil y amable. Nos atiende calmadamente (lo cuál se agradece en esta sociedad tan tremendamente estresada) y después me hace una prueba de nivel. Quedamos en que le daré una señal. Desde luego hoy no era el día para tomar decisiones.
Me digo a mí misma que de mayor viviré en un país donde los mosquitos sean unos ilegales, donde no habite ni un sólo mosquito. Por ahora voy a base de cremas y cremitas, repelentes, pastillas nocturnas y más adelante igual opto por la mosquitera permanente.
¿Os pasa algún día en que vais por la calle y os da la sensación de que os sentís unos amargados y así mismo os ven los demás? Horrible. Así estamos hoy día lunes de una larga semana sin exámenes. Una semana de vacaciones que como digo y repito no pinta nada aquí en medio. Todo sea por el Sónar.
Sin racismos pero basta de negros. Mañana pensaré en color.
Escribir es terapéutico. Una de las razones por las cuáles escribir; razones varias y adiós a las malas rachas.
PD. Bichos por favor esta noche no me molestéis y dejadme dormir tranquila y en paz. Hay más sangre dulce por conquistar. No es bueno repetir porque luego te encaprichas y ya sabes…
Mary
1 comentario:
Pues si que estarías... por lo menos curiosa, con tus dos protuberancias en la frente, jaja.
bueno yo diría más que día negro ha sido un día gris, a pesar de lucir el sol.
saludos
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