dedicat al forat
Clarear tu rastro en mi ventana
en el rostro espumeante
de la mañana náufraga:
Tantos necios usurpando la colina
tantos pájaros sin tórtola
tantos estíos hastíos;
tantos tontos olvidadizos
de la rumoreada leyenda
que nada por los aires
subterráneos;
tantos y tantos rostros a la deriva
que olvidan la hecatombe desierta
de las catacumbas clareantes
en Tombuctú,
o mi ventana naufragante
mortal y submarina,
parpadeante.
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