Aunque llevo unos días que ando un poco triste -que no depresiva ni mal ni Ohhh, qué tragedia- me niego a convertirme en silla, por eso no paro de andar, sea a pie o en bicing. Es lo que tienen los días pensativos y/o ensimismados, qué le vamos a hacer.
Leeros este texto, escrito para promocionar la agenda lecool. Es buenísimo.
"Hace tiempo que la veía algo rara. Olía a viga seca y se pasaba el día encerrada en casa, sin casi musitar una palabra. Ella, ¡que era como una cotorra! No quería salir, ni ver a nadie. Se convirtió en una mujer excéntrica: me pedía que me sentara encima de ella mientras yo comía, miraba la televisión o escribía en el ordenador. Su piel y sus músculos empezaron a endurecerse (y os juro que no pisaba el gimnasio ni muerta). Cuando volvía del trabajo, me la encontraba siempre en el mismo lugar: frente a la mesa de cristal del comedor, inmóvil, quieta, parada, petrificada. Un día se puso un cojín sobre la cabeza y ya nadie se lo pudo quitar. Entonces empezó lo peor: la metamorfosis. Sus rodillas se doblaron, sus brazos de quedaron rígidos y del interior de su piel brotaron palos de madera. Tardé una semana en reconocer su nueva figura. Maite se convirtió en silla. Nunca puedes predecir las consecuencias de la pereza, dicen René, Marta & Ayesha.Saca a tus amigos de casa antes que sea demasiado tarde… ¡envíales le cool! "
3 comentarios:
bonito texto, a quién pertenece?
Sí, el texto es genial, absolutamente de acuerdo. Sabemos que el oficio del Copy está en coma, pero gracias a textos así aún podemos decir que no ha muerto.
¡Que maravilla!
Me gustó mucho eso de volverse silla, conozco a varias personas que son unos verdaderos "Muebles"
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