(Memoria de prácticas entregada en mayo de 2006)
Pues he aquí mis memorias porque no tengo otras. Antes de empezar quisiera disculparme: he decidido que van a ser breves. Porque una le da vueltas a veces a las cosas y las marea y se ponen de lado y boca abajo y vuelta del derecho y otra vez del revés. Y cuando están cabeza abajo es cuando a una le llega la gran revelación, y te levantas dando un gran salto (homenajeando a los Coen, ya de paso) y dices: ¡si no tienes nada que decir, no digas nada!
Leía hace poco en algún lugar de algún lugar algo así como que el “intelectual” era el que se complicaba para decir algo sencillo y que el “artista” era el que convertía algo complicado en algo sencillo. Pues bien: yo no soy ni una cosa ni la otra, soy una contradicción, como todos. Y a parte de una del montón, he sido becaria en TV3, en un programa de ciencia y tecnología llamado Quèquicom (Canal 33, todos los miércoles a las 22.00h. Altamente recomendable si no se maneja maquinaria pesada). Bromas a parte, no tengo nada que decir porque no serviría de nada quejarse en un caso como este. Lo he estado pensando muy detenidamente y he llegado a una conclusión razonable. Hablaré con el señor Zapatero y le diré: Señor José Luis, sólo quería recordarle el estado NO REMUNERADO de los estudiantes en prácticas. Y le preguntaré, siempre manteniendo el buen tono y la educación (o al menos en la medida de lo posible) cuál es la razón exacta por la que antes se pagaban y ahora ya no... Y le estrecharé la mano para dar por zanjada la cuestión, entre flashes de prensa (plagiando “La naranja mecánica”). Luego nada mejorará pero todo irá bien y los becarios seguiremos pringando año sí, año también. Porque claro está que hay que ser optimistas (siempre y cuando no salte por los aires la tapa de la olla express).
En lo que concierne a otros temas menos trascendentales para el país o para Catalunya ¡o para qué sé yo!, para uno mismo, quisiera olvidarme de la "caridad" ofrecida (in)voluntariamente y recordar, puesto que hablamos de una(s) memoria(s), todo lo aprendido, aunque poco tuviera que ver con la escritura del guión y aunque nadie me haya explicado por qué nos (re)signan a unos y a otros no a hacer las prácticas asignadas. Tratándose de una facultad de ciencias de la comunicación, no podía ser menos.
Y como al final cada cual se cuenta un relato hacia sí mismo para explicarse por qué las cosas son así o asá o status quo, pues yo me he contado este: que encantada de haber conocido a las personas que he conocido, diferentes a todas las demás aunque iguales, con las mismas contradicciones y las mismas diferencias que en cualquier otra parte. Y que cierto es, aunque sólo si te espabilas, que se trata de una puerta de entrada al futuro, sea más o menos virtual o menos o más imaginado (homenajeando a Lewis Carroll). Eso es lo que se me ha grabado en la memoria y lo que pretendía dejar grabado aquí, lejos de querer ser pretenciosa o esperpéntica o intelectual. Yo sólo quería ser una “artista...”.
by Carmen
Pues he aquí mis memorias porque no tengo otras. Antes de empezar quisiera disculparme: he decidido que van a ser breves. Porque una le da vueltas a veces a las cosas y las marea y se ponen de lado y boca abajo y vuelta del derecho y otra vez del revés. Y cuando están cabeza abajo es cuando a una le llega la gran revelación, y te levantas dando un gran salto (homenajeando a los Coen, ya de paso) y dices: ¡si no tienes nada que decir, no digas nada!
Leía hace poco en algún lugar de algún lugar algo así como que el “intelectual” era el que se complicaba para decir algo sencillo y que el “artista” era el que convertía algo complicado en algo sencillo. Pues bien: yo no soy ni una cosa ni la otra, soy una contradicción, como todos. Y a parte de una del montón, he sido becaria en TV3, en un programa de ciencia y tecnología llamado Quèquicom (Canal 33, todos los miércoles a las 22.00h. Altamente recomendable si no se maneja maquinaria pesada). Bromas a parte, no tengo nada que decir porque no serviría de nada quejarse en un caso como este. Lo he estado pensando muy detenidamente y he llegado a una conclusión razonable. Hablaré con el señor Zapatero y le diré: Señor José Luis, sólo quería recordarle el estado NO REMUNERADO de los estudiantes en prácticas. Y le preguntaré, siempre manteniendo el buen tono y la educación (o al menos en la medida de lo posible) cuál es la razón exacta por la que antes se pagaban y ahora ya no... Y le estrecharé la mano para dar por zanjada la cuestión, entre flashes de prensa (plagiando “La naranja mecánica”). Luego nada mejorará pero todo irá bien y los becarios seguiremos pringando año sí, año también. Porque claro está que hay que ser optimistas (siempre y cuando no salte por los aires la tapa de la olla express).
En lo que concierne a otros temas menos trascendentales para el país o para Catalunya ¡o para qué sé yo!, para uno mismo, quisiera olvidarme de la "caridad" ofrecida (in)voluntariamente y recordar, puesto que hablamos de una(s) memoria(s), todo lo aprendido, aunque poco tuviera que ver con la escritura del guión y aunque nadie me haya explicado por qué nos (re)signan a unos y a otros no a hacer las prácticas asignadas. Tratándose de una facultad de ciencias de la comunicación, no podía ser menos.
Y como al final cada cual se cuenta un relato hacia sí mismo para explicarse por qué las cosas son así o asá o status quo, pues yo me he contado este: que encantada de haber conocido a las personas que he conocido, diferentes a todas las demás aunque iguales, con las mismas contradicciones y las mismas diferencias que en cualquier otra parte. Y que cierto es, aunque sólo si te espabilas, que se trata de una puerta de entrada al futuro, sea más o menos virtual o menos o más imaginado (homenajeando a Lewis Carroll). Eso es lo que se me ha grabado en la memoria y lo que pretendía dejar grabado aquí, lejos de querer ser pretenciosa o esperpéntica o intelectual. Yo sólo quería ser una “artista...”.
by Carmen
1 comentario:
Las empresas funcionan gracias a becarios: carne joven, ávida de conocimientos, que hace muy bien su trabajo y encima... ¡gratis! Somos su segundas rebajas interminables.
(Cuando vayas a ver a Zapatero, avísame, que también le quiero dar la mano)
Unbesito
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